VECINOS AMANTES DE LAS FIESTAS: UNA MOLESTA REALIDAD

El ruido afecta la convivencia social.  Por: Juan Carlos Cuadros Guedes.

Sábado 6 de noviembre del 2010.

Según la organización Mundial de la Salud (OMS), los ruidos no deberían superar los 50 decibeles en el día y 40 decibeles en las noches, nivel que corresponde a una calle tranquila en un área residencial. Pero vemos que en la práctica es todo lo contrario.

Expertos han comprobado que los diferentes niveles de ruido alteran la capacidad para que una persona logre dormir, pero además provoca un aumento en la frecuencia cardíaca y respiratoria, y por consiguiente el organismo presenta malestar general y desgano al realizar las actividades diarias.

Una de las opciones que podemos tomar para acabar con el ruido es solicitar amigablemente que se termine con la molestia o se modere. Pero si esta situación no mejora puede llamar al serenazgo de su distrito  donde vive y pedir que cese el ruido; y si el infractor no quiere hacer caso y prosigue con el ruido entrará a actuar la Policía Municipal, que notificara y sancionará al bullero con una multa.

También existen las leyes que regulan la contaminación sonora, pero se indica que muchas veces estas leyes no son respetadas y esto perjudica nuestra calidad de vida.

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